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Eva Suárez es Ingeniera Química y manager de Dirección Técnica de Proyectos - I+D+I en Suntory en Suntory Beverage & Food Spain. Lleva con nosotros desde 2007 y ha viajado por todo el mundo en su búsqueda incesante de la calidad y la sostenibilidad de nuestros productos. Con motivo del Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia le hemos pedido que nos cuente cómo nació su vocación y las barreras que ha tenido que superar para triunfar en su profesión. En su caso no ha sido difícil: además de su formación, como graduada en Ingeniera Química por la Universidad de Oviedo y máster en Biotecnología por la UAM, es esquiadora, asturiana y una gran admiradora de su paisana Margarita Salas y de la Premio Nobel Marie Curie. Así que no hay montaña ni distancia que se le resista.
Estudiaste ingeniería química en la Universidad de Oviedo. Cuéntanos cómo surgió en ti esa vocación. ¿Tenías referentes cerca?
¡Pues la verdad es que no fue vocación para nada! A mi me gustaba la Biología mucho, pero decían que era desperdiciar mi currículum (era buena estudiante), y pensé en Medicina, pero me echaban para atrás los 10 años de carrera con el MIR… También la Física, pero no me atraía dar clase y pensaba que era la salida más habitual… Ingeniería Química era una nueva carrera, con buena fama, llevaba un año en Oviedo y, sobre todo, mi hermana la estaba estudiando, así que… más por referente suyo que por verdadera vocación. Eso sí, al final, ¡me encantó!
¿Alguien te dijo que esa era una carrera para chicos? ¿Quién te animó más a elegir esa rama en secundaria y bachillerato y luego tras la Selectividad?
Me gustaban tanto letras como ciencias, pero me decanté en el instituto por Ciencias porque tenían en
principio mucha
más salida laboral y, como no tenía una vocación clara, dejaba más puertas abiertas. Me gustaba mucho el
dibujo técnico
también… en fin, parecía lógico.
¿Qué si alguien me dijo que era carrera de chicos? No, para nada. Las ingenierías en general eran
“tradicionalmente” de
chicos, cierto, con muy pocas chicas estudiándolas. Pero Ingeniería Química al ser nueva carrera empezó con un
empuje
fuerte de alumnas – de hecho, ¡50/50 más o menos en mi promoción! Y tenía la gran suerte de que mis padres me
apoyaban
100% en lo que quisiera hacer, y como ya he comentado mi hermana y referente estaba también allí, así que…
¡allá que me
fui!
¿Quiénes eran tus referentes (científicos, descubridores, mujeres…)?
Marie Curie (científica extraordinaria, generosa y… en fin, nunca suficientemente reconocida), Leonardo Da
Vinci (genio,
genio y genio), Fleming (trabajador incansable, y muy listo), Margarita Salas (otra científica maravillosa y
española,
además 😊), Jodie Foster (síiii, una mujer con carácter, fuerte e inteligente, y triunfadora), Stephen Hawkins
(una
mente maravillosa)…
¿Viste alguna serie, película, libro, que te despertara esa curiosidad por la ciencia, la química o la ingeniería?
Pues de peque mis padres nos regalaron un libro, “El Porqué de las cosas”, super interesante y que explicaba de manera muy sencilla y simplificada las razones de por qué la Luna parece que nos acompaña, por qué sudamos cuando tenemos calor, por qué tenemos fiebre… me encantaba. Y de series, “Érase Una Vez…” me marcó mucho, tanto las tradicionales de “El cuerpo humano” o “El espacio” como las nuevas de “Los inventores” – de hecho, intento (sin mucho éxito, la verdad) que mis niños las vean hoy, porque son muy didácticas y vuelven fácil lo difícil. Y, más adelante, todo lo relacionado con la Ingeniería Genética y Biotecnología me empezó a apasionar. Pensar que hay bacterias prácticamente en todos los ecosistemas conocidos, capaces de adaptarse a las condiciones más inhóspitas que se puedan concebir (temperaturas extremas, presión osmótica extrema, carencia de agua…) y de sobrevivir en forma esporulada hasta que las cosas se vuelvan más asequibles… me parece absolutamente increíble, y creo que se pueden lograr cosas extraordinarias si conseguimos aprender y utilizar esos mecanismos. Por ejemplo, hay microorganismos capaces de polimerizar tejidos humanos desde un trocito pequeño… alucinante. Y en cuanto a alimentos, pues todos los productos que se pueden lograr por fermentación abren potenciales vías a terminar, al menos parcialmente, con el hambre en el mundo. Maravilloso, ¿no?
A todos nos ha marcado un profesor en la vida. En el colegio, el instituto o la facultad. En tu caso, a quién recuerdas especialmente y por qué.
Mi profe de Física de 3º BUP, Armando, que me hizo entender lo sencilla que es ¡si aplicas vectores! Todo un
descubrimiento, y un mundo nuevo de posibilidades. Una de mis asignaturas favoritas. Y mi profe de Biología de
COU,
Vicenta. Una maravilla de profesora, una maravilla de materia, y todo un universo por descubrir. Quizás por
ella me
gusta tanto la Biología…
Luego, en la carrera, mis profes de la rama de Bioprocesos: José María Berrueta en Biorreactores, Luis Arsenio
de
Bioprocesos, mi Director de Proyecto Fin de Carrera y de Trabajo de Investigación Ricardo Álvarez Fernández…
unos
cuantos.
Y, por encima de todos, mi primero profesor, luego tutor en prácticas y finalmente jefe, el Dr. Manuel Jesús
López
Nieto, ex Director de I+D+I en Antibióticos SAU en León y cofundador de BioGes Starters SA. Una mente
maravillosa y
privilegiada, un profesor extraordinario, una pasada de persona, y mi jefe favorito del mundo.
Trabajar en Suntory supone poner en práctica mucho de lo aprendido. ¿Cómo es tu día a día como ingeniera?
Creo que lo fundamental es aprender a afrontar los proyectos como retos, y tratar de “ingeniártelas” para darles solución. La ingeniería siempre busca dar soluciones (idealmente óptimas, pero a menudo basta con suficientemente sólidas) a los proyectos, abarcando desde la solución puramente técnica de diseño a la económico-financiera, pasando por una buena implementación en tiempo, forma y coste. Y eso lo aplico a diario, sí: pensar en el reto (objetivo o proyecto), buscar la mejor forma de abordarlo (equipo de proyecto adecuado), analizarlo desde todas las vertientes necesarias y proponer una o varias alternativas (“ingenio” 😊) en un tiempo y con unos recursos (personas y presupuesto) estimados. Y luego, y muy importante, saber reaccionar ante las desviaciones, que siempre las hay – ¡plan de contingencia!
Tienes una especial sensibilidad por el medio ambiente. Cuéntanos cómo es ese compromiso y cómo lo haces posible en una compañía como Suntory.
Es increíble cómo estamos cargándonos nuestro planeta… con lo complicado que es encontrar una “Tierra” en el
Universo, y
nosotros ¡la estamos despreciando! Cuando me vine a vivir de Asturias a Madrid, empecé a “masticar” la
contaminación. Y
decidí que no quería contribuir a eso, y que quería ayudar en lo que pudiera a evitarlo o reducirlo.
Pues en ese compromiso de tratar de ayudar, aparte de lo básico a nivel personal, al trabajar para SUNTORY hay
múltiples
iniciativas en las que puedo contribuir: tenemos proyectos de reducción impresionante de consumo de agua, gas
y
electricidad en nuestras plantas, con compromisos de utilización de energía 100% renovable, muchos proyectos
de
incremento de porcentajes de plásticos reciclados, aparte de reciclables (en botellas, films, retráctiles…),
reducción
de pesos de materiales, sustitución de las anillas de plástico de las latas, flota de vehículos eléctricos…
incluso
ingredientes sostenibles… E iniciativas de recuperación de determinadas zonas naturales. Es algo que me hace
sentirme
más “parte de”, y más orgullosa de lo que hacemos.
Buena parte de tu carrera profesional la has desarrollado en proyectos europeos y con Japón. ¿Encuentras diferencias cuando sales de España en el trato con las mujeres profesionales o crees que ya nos hemos equiparado?
Pues sí creo que siguen existiendo diferencias. Me sorprende que, a día de hoy, “sorprenda” tener una
ingeniera en un
puesto de responsabilidad dentro del área de ingeniería. Pero es así. En el área de R&D (en la que llevo 2
años) es
bastante distinto, hay muchas más mujeres, pero en lo Ingeniería como tal, no. De hecho, en las reuniones que
tenía con
otros compañeros de Francia, UK, Japón, Nueva Zelanda, USA… siempre era la única mujer, “lady engineer” me
llamaban,
jajaja. No he tenido trato malo, en absoluto… pero de primeras, simplemente, se sorprendían.
Y no creo que se pueda generalizar que fuera de España están mejor… para nada. Creo que es bastante parecido.
¡Nos queda
mucho por recorrer aún!
¿Qué consejo le darías a una niña de 12 o 14 años -a raíz de tu experiencia- que está dudando sobre su carrera en el futuro y dudando entre letras, técnica, sanitaria…?
Que elija lo que le gusta, tal cual. Sin importar lo que le digan los demás. Que escuche consejos y recomendaciones, eso sí, y que se informe un poco de potenciales salidas laborales… pero que elija lo que ella quiera hacer. La vida da muchas vueltas, y al final puedes acabar trabajando en múltiples cosas. Pero si te formas en lo que te apasiona, y tienes la suerte de poder aplicar algo de ello en el futuro… te aseguro que probablemente te sea mucho más fácil ser feliz. Y ¡te divertirás en el camino!